Una
vez llegados los racimos a la empacadora, el inspector
de campo confirma longitud y grado de la fruta para
exportar, además revisa condiciones de la almendra,
dando su aprobación. Una vez confirmada la calidad
del racimo por el inspector, los selectores proceden
a realizar precisos cortes en las manos del racimo,
evitando lastimar la fruta y ubicarlas en las piscinas
de lavado. |